"Todo en esta vida nos es útil, si tenemos interes en aprovecharlo" A. Calder

foto perfil: Fernando Aceves

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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Totoro

Esta semana volví a ver Totoro (Tonari No Totoro / My Neighbor Totoro). Cuando la vi por primera vez, yo pensaba que las peliculas de animacion Japonesas eran todas iguales, ya ven, de esos prejuicios sin fundamento (como la mayoria de los prejuicios) que uno se saca no sé de donde, pero que a veces (siempre) nos estorban. Esta película le cerró la boca a los míos.







Cuando tenga palabras para decir lo que me provocan estas secuencias, se los platico.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Volver a casa



Siempre he estado diciendo que al final del día vuelves a casa, que es muy importante cuidar el hogar porque es a donde llegas cuando el show se termina, cuando hay que bajar del escenario y hay que abrazar a alguien para toda la noche.
Últimamente, no he sido el que más cree en esa idea, de pronto, al pasar por el fuego lo que uno cree, lo que uno espera, los pasos adquieren otra dirección, como si uno tropezara con sus mismas palabras, encontrando entre la tierra pedazos de letras que alguna vez formaron palabras y frases, pero ahora resultan confusas, inciertas. Lo importante viene cuando, después del fuego, las cosas están limpias, se purifican y se pueden ver claramente. Aquella noche, cuando la luna estaba cambiando de color junto con mi té, descubrí que muchas veces uno quiere cambiar, pero no sabe hacia dónde, ni por qué razón. Después leí esto: "Ser sincero con uno mismo, confesar lo que realmente se busca".
Me quedé en silencio. Se escuchaba toda la noche, los pasos de las hormigas, las hojas danzar con el aire, una lejana platica intima. Decidí tomar todas esas letras y volverlas a usar, formando nuevas palabras, citando algunas memorias y con la paciencia de armar un rompecabezas, reconocer mis pasos y mis huellas, la dirección y las flechas, pensando en el movimiento, reinventarse constantemente, transformarse.

"Si el gusano pensara que la mariposa a la que da origen son alas y antenas que le crecen a él, no habría mariposa"





Por cierto, la idea de volver siempre a casa, perdió la hojarasca al pasarla por el fuego. Sigo cuidando el hogar.






domingo, 26 de diciembre de 2010

Fotografías



Me fascina ver fotografías. Nunca es igual.
En poco tiempo cambiaré parte de mi vida a otro lugar y estuve desempolvando algunas imágenes. Uno siempre empieza viendolas como si nada, como si bastara con un comentario. De pronto ya pasó mucho tiempo y estoy inmerso en aquel túnel del tiempo en el que se convierte la foto. La gente tiene la mirada fija, como si te siguiera esperando, como si te observara con mucha atención. Ahora me doy cuenta de lo que quiere decir la gente cuando prefiere usar los ojos en vez de las palabras. Estoy entre los brazos de mi abuelo y el paisaje es mejor de lo que lo pude haber soñado, flotamos entre hojas que crecen por la lluvia y una puntual y poderosa nube cubre el cielo perfeccionando la iluminación de ese momento eterno.
Algunas veces no lo puedo evitar y las imágenes me rompen los ojos. El tiempo sigue pasando y uno espera que lo que se está viviendo se convierta en buenos recuerdos, en buenas fotos. Estos días he estado buscando cómo cambiar el color de los míos, adoptado algunas veces por una interpretación anticipada de los sueños, que se combinan con recuerdos y me dan una linea que tiendo a seguir con la mirada al cielo, pienso que tengo que mejorar la técnica para no tropezar.

Otras veces me pongo a imaginar cómo serán mis fotos en diez o veinte años, en lo que habrá dentro de ellas, en los personajes, los lugares. Como si fuera un tren que pasa por diferentes ciudades y van cambiando los pasajeros. Me pregunto quien subirá y en donde se bajará, si se van a quedar o en qué estación se encuentra mi destino. Para no angustiarme, levanto la mirada y veo el reloj de arena, se terminó pero siempre puedo darle la vuelta y volverá a comenzar.
Al final del dia (o al principio del siguiente) recibí otras imágenes que vienen con la etiqueta de promesa, me hacen guardar las preguntas y recordar algunas notas. Cuando hay música es imposible no relacionarla con algo visual. Sería bueno poner atención y escuchar, con cuidado, cómo suenan las fotos que tenemos.








domingo, 11 de julio de 2010

TRIO

Cuando lo conocí no eramos mayores de edad, pero ya compartíamos muchas cosas. La más grande era la música, yo me deshacía los dedos en 6 cuerdas sobre algunas armonías modernas y él lo pasaba enagenandose con el dvd en vivo de los RHCP para mejorar sus lineas de bajo. Si me hubieran dicho que años después estaríamos compartiendo escenarios de diversas partes de la ciudad o del mundo, solo lo hubiera creído si, junto con eso, me hubieran dicho que todo camino tiene sus formas, que no vuelves por el mismo lugar, que la música es muy generosa y es capaz de borrar fronteras y volvernos a una Pangea, a un lugar donde todo forma parte de uno y viceversa, entonces sí, solo así, lo hubiera creído

Antes de un ensayo fui por un café, pensaba que variar el camino podría hacer la diferencia del día, algo que alimentara mi necesidad de que las cosas no sean iguales todos los días. Mientras manejo por eje 6, recibo un mensaje que en pocas palabras resumía que era necesario reunirnos, que había material, creatividad y que, si yo quería, era el momento de jugar, de ser alquimistas, de mirar puntos comunes y volver a hacer que nuestros sonidos nos hicieran existir en un mundo que se convertiría en nuestro motor. Jerson y yo, estábamos dibujando la puerta para entrar a compartir nuestro quehacer creador.

Andrea Balency llegó a nuestras vidas con las maletas llenas de música, de arte, de sonrisas, de retos... Con los ojos me decía que hay que mirar a todos lados para entender que ella viene de muchos lugares, física y emocionalmente, entendí sus palabras y escuché a Bach cuando vi sus manos dibujando lo que sus ideas proyectaban. Sentí una responsabilidad enorme cuando dije “Si, hagamos música, será genial y gracias por invitarme“ Yo no sabia que la creatividad iba a rebasar nuestras ideas, que nuestras ideas serian rebasadas por la música y que la amistad le iba a ganar a todo.

Siempre había pensado que sería ideal formar parte de un proceso creativo en colectivo, con mis amigos, compartiendo gustos, objetivos, metas, incluyendo las diferencias que nos hacen construir caminos nuevos y después conquistarlos, hacerlos nuestros. El Trio me ha mostrado que puede pasar una y otra vez y luego hacer que suceda otra cosa para seguir tocando, para seguir viviendo, compartiendo escenarios de vida, de emociones, formando una historia, la nuestra.




miércoles, 30 de junio de 2010

"Alzar la mano y acariciar las estrellas"


Mi auto se detuvo a los 150 000 kilómetros, en un cruce de la ciudad que no tiene nada que ver con estas letras. Dicen algunos que con eso le puedo dar la vuelta casi 4 veces al planeta en donde vivimos. Otros dicen que es demasiado, que ellos no viajan tanto en el coche para cuidar ese mismo planeta; y otros, con las mejores intenciones de seguir encaprichando su ego me dicen que es muy poco, que ellos llevan el doble o el triple, que ellos sí viajan de verdad. He aprendido que el viaje está dentro de uno, que las cosas que uno va conociendo a través de los kilómetros reflejan algo que tenemos en una esfera que se vuelve transparente cuando proyectamos desde nuestro interior lo que hemos vivido. No sirve de mucho entender varios idiomas, tener mil fotos de lugares lejanos, acumular millas, si uno tiene las alas guardadas para pulirlas en casa, para no usarlas, encerradas con párpado de piedra, sin color.

Maravilloso es entender las varias formas en las que hemos podido viajar...
De pronto, sin esperarlo, uno se encuentra en medio de la luz tenue que regalan las estrellas, una se mueve y empuja a las demás, lentamente se descomponen los colores y el aire se vuelve la linea melódica del presente, una nota, luego otra, silencio largo y sobre él reaparecen las nubes, cinco cuerdas y yo ya no sé qué tan lejos estoy de la Tierra, (de nuevo la distancia viene en el equipaje). Levantas un brazo y las estrellas son palpables, nacen unas de otras, salpican sabiduría por su modo de cantar, la linea se vuelve espiral y se convierte en el abrazo más largo de todos, la vibración recorre todo el cuerpo y a la mitad del universo uno es parte de todo, sin ser imprescindible pero sí importante, sin ser la luz pero perteneciendo a ella, sin ser el sonido, pero obedeciéndolo.

El aterrizaje, después de varios días, te devuelve al lugar donde empezaste, pero las cosas que había en las maletas ya no son las mismas, porque es bueno deshacerse de las partituras escritas con los mismos sonidos una y otra vez, de las cuerdas que nos vuelven máquinas, que se meten a crear vicios y hacernos creer que es la vida real. Y como el viaje está dentro de uno mismo, decidimos cuanto dura, improvisamos la linea que vamos a seguir, no importa su forma, no vamos a regresar por el mismo camino. Vienen las siguientes melodías.

domingo, 7 de marzo de 2010

A lo lejos


El aleteo del silencio ha caido sobre la tarde. Hay una casa con tres ventanas y una puerta pintada de rojo. Yo puedo ver que nadie entra a esa casa los fines de semana pero los lunes y miercoles Martha limpia los rincones que el polvo ha habitado desde hace meses porque las manos de Anastacia la ignoraron el dia en que Emiliano se hizo piedra y aplastó el reloj de manecillas a las dos de la mañana. Martha prepara el pan para acompañar el café y le da las sobras a las gaviotas que vigilan las ventanas. Un dia de estos Anastacia se despertará.








[105/ Febrero de 2008]